Hoy por hoy, la mayoría de las entidades bancarias, solicitan la contratación de un seguro de vida vinculado a hipoteca a la hora de concederla.

Se trata de la contratación de un seguro de vida, en el cual se especifique al préstamo hipotecario como beneficiario.

Esto quieres decir que en caso de que el beneficiario del préstamo falleciese, el banco cobraría el seguro para pagar el resto de la deuda.

Consideramos de vital importancia hacer referencia a un seguro de vida para hipoteca, y al abuso de poder que realizan un número importante de entidades financieras que hacen creer a los usuarios de la necesidad de un seguro de vida obligatorio contratado en la misma entidad.

Seguro de vida e hipoteca

Aunque no existe una obligatoriedad legislativa sobre este aspecto, la mayoría de los bancos se permiten exigir la contratación del seguro de vida, con compañías aseguradoras colaboradoras, o propias y si bien no pueden presentarlo como un requisito excluyente lo vinculan a la consecución del préstamo.

Las aseguradoras propias, representan un jugoso margen de beneficio para la entidad, ya que no compiten en igualdad de condiciones con el resto de aseguradoras y cobran un mayor margen al usuario, considerándolo como cliente “cautivo”.

Prácticamente todos los clientes de las entidades financieras aceptamos las condiciones que éstas nos exigen, principalmente por la necesidad de la concesión de la hipoteca.

Hecho que no debería implicar que como clientes estemos a la deriva frente a las abusivas exigencias de las entidades.

Seguro de vida para hipoteca, más que recomendable

No es obligatorio el contratar el seguro hipotecario con la misma entidad que ofrece el préstamo.

Desde luego, a nuestro entender, la contratación de un seguro de vida que cubra la hipoteca (al menos), es más que recomendable, ya que ante un trágico imprevisto, nos veremos respaldados por la indemnización correspondiente frente al pago del capital que quedara pendiente en ese momento

Pero en ningún caso debemos sentirnos obligados a contratarlo con las condiciones que el banco exige, ya que por regla general son menos favorables que las que encontramos en el mercado asegurador actual.